Capítulo 3

“10… 20… 30… 37…”

Los ojos de Sora se movieron a gran velocidad por la multitud de pequeñas criaturas verdes, contando sus números exactos.

‘38 goblins, 5 de ellos Hobgoblins.’

Solo cuando contó adecuadamente sus números es que Sora notó a 5 goblins un poco más altos y de piel más gris que el resto.

Los Hobgoblins eran variantes de los goblins, más fuertes e inteligentes que los normales, nacidos en algunos casos cuando la genética que heredaron contiene grandes cantidades de mana, provocando mutaciones genéticas.

Sin embargo, aquí estaba el otro problema que hizo sospechar a Sora aún más sobre la situación actual.

Cuando nace un Hobgoblin, se convierte en un líder indiscutible y termina comandando a los goblins de su mismo grupo. Ciertamente existen algunos casos donde nacen más de un Hobgoblin y este termina comandando otro grupo encargado de la caza, pero todos tienen algo en común… Nunca están en un mismo grupo.

Como se dijo antes, los Hobgoblins son líderes naturales dentro de los goblins, por lo que la existencia de varios en un mismo grupo es inaudito, a menos que…

‘A menos que exista una clase mutante superior…’

Era lo único que podía pensar Sora, guiando sus pensamientos hacía el peligro desconocido escondido en este bosque.

Sin embargo, estaba dentro de una pelea, ¿Quién tiene tiempo que perder en pensamientos inútiles?

“¡Gyaaah!”

Los goblins se lanzaron sobre Sora, aprovechando sus números y atacando desde todas las direcciones.

Viendo esto, el peliblanco apretó su espada de hielo recien creada y con una mirada calculadora busco al goblin más cercano, atacando con una fuerza y velocidad sobrehumanas.

Cuando Sora golpeó el goblins, solo un movimiento simple fue suficiente como para partir el cuerpo de la criatura verde por la mitad.

Al mismo tiempo, antes de el cuerpo sin vida cayera al suelo, dos goblins más saltaron hacía Sora de diferentes lados, los cuales esquivo con un rápido movimento de pies, alejándose por pocos centímetros del área de ataque de estos y contándoles la cabeza con un movimiento fluido.

En poco segundos tres goblins cayeron, pero esto no parecía presentar ningún problema a los demás, ya que ignoraron a sus compañeros caídos y se concentraron en un ataque total contra Sora.

Sin embargo, aunque sus números eran ciertamente algo de lo que preocuparse, el peliblanco no mostro reacción mientras los cortaba o esquivaba con suma facilidad… Hasta que comenzó a notar cosas raras.

Swooosh

El sonido de algo viajando a través del aire con gran velocidad hizo que los instintos de Sora se activarán y con un salto esquivo el pequeño objeto.

Al aterrizar, notó que el objeto era una flecha, la cual se terminó incrustando en el suelo.

‘¿Esa flecha…?’

Sora esquivo un ataque desde la espalda mientras seguía la dirección de la flecha, notando a un hobgoblin más escondido sobre un árbol.

‘¿Qué…?’

Sora miró esto con duda reflejada en sus ojos azules.

Al mismo tiempo, no pudo evitar que sus extrañas sospechas aumentarán al ver la flecha.

Aunque era una flecha normal, sin nada mortal como veneno, algo incomodo a Sora… y es la dirección en la que fue lanzada.

Naturalmente, el objetivo del ataque era él, pero las intenciones no parecían ser para matarlo…

Si Sora calculaba la dirección en la que la flecha se movió y hacía donde impactaría si no la hubiera esquivado… notó algo que lo incomodo.

Para aclarar algo, es de conocimiento común que los goblin atacan humanos por dos razones: Comerlos o usarlos de incubadoras.

Sora era un hombre, por lo que naturalmente el objetivo de los goblins sería deshacerse de él y comerlo más tarde, pero esa flecha era rara.

Si querían deshacerse de Sora, esa flecha habría sido apuntada hacía su cabeza o corazón, pero esta apuntaba hacía su espalda, más específicamente hacía su espalda baja.

El peliblanco notó que, si esa flecha lograba impactar en ese lugar, podría haberle quitado su capacidad de caminar, dejándolo sin posibilidad de defenderse.

Esto era raro, él no era una mujer y ciertamente tampoco lucía como una. Además, los goblins prefieren evitar el mayor daño a las mujeres para poderlas usar más tiempo a la hora de dar a luz a sus crías.

Esto fue lo que aumentó la sospecha de Sora, estas criaturas repugnantes no querían matarlo, querían incapacitarlo y mantenerlo vivo.

‘Sus niveles de inteligencia son altos… ¿O están siendo comandandos por alguien?’

Aunque los pensamientos de Sora continuaban corriendo en busca de respuestas, su postura no se relajo, en cambio se vio elevando el peligro de estos goblins en su mente debido a que algo o alguien quería conseguirlo vivo.

‘Tch… Hay que hacer esto rápido… Necesito llegar al fondo de esto.’

Viendo como ahora los goblins comenzaban a atacar de forma más coordinada que antes, Sora dejo de jugar y decidió acabar con ellos rapidamente.

“[Hielo]”

La temperatura de los alrededores bajo a un ritmo alarmante, causando que las hojas de los árboles se volvieran blancas por el hielo y los goblins se estremecieran.

“[Espina de hielo]”

Sora recitó el nombre del hechizo, provocando que grandes estacas azules se crearán en el suelo y atravesaran los cuerpos de todos los goblins, dejando solo uno.

Viendo la horrible escena frente a él, el pequeño goblins parecía volverse pálido mientras soltaba su espada oxidada y comenzaba a correr más adentro en el bosque, todo mientras Sora lo observaba atentamente.

●●●

Un par de minutos después, la noche parecía acercarse cada vez más, consumiendo el bosque en una oscuridad y silencio absoluto.

En medio de esto, Sora se encontraba sobre las ramas de un árbol alto, viendo la escena debajo de él.

A unos metros por delante se encontraba el goblin que escapó anteriormente comunicándose a través de chillidos con un hobgoblins.

Poco después, el hobgoblin tomó su espada y sin ninguna vacilación corto la cabeza del goblin.

Viendo esto, Sora se genero más preguntas.

Comúnmente, los goblins valoraban los números en sus grupos sobre cualquier otra cosa, razón por la cual siempre secuestraban mujeres cada vez que podían.

Sin embargo, este grupo parecía darle poca importancia a sus “hermanos”, demostrado cuando ese hobgoblin le corto la cabeza al otro goblin y los demás alrededor ni siquiera mostraron reacción, como si fuera algo normal.

‘Esa debe ser su guarida.’

A pocos metros de donde fue asesinado el goblin se encontraba una cueva de gran tamaño, dónde el hobgoblin anterior entró rapidamente.

Alrededor de esta entrada se encontraban fácilmente más de 100 goblins, entró ellos decenas de hobgoblins con diferentes armas.

“…”

Este fue el momento de Sora para sorprenderse aún más.

Estos números eran inauditos, nunca había visto nada igual.

Por lo general, solo pocos goblins se quedan en el nido para cuidar a las hembras mientras los demás salen a cazar o secuestras más presas, pero esta vez los números eran descabellados.

¿Cuántos más hay? ¿Cuántos más habrá dentro de la cueva? ¿Cómo es posible estos números?

La cantidad de mujeres que debieron ser utilizadas para dar a luz a esta cantidad debe ser bastante alta, pero eso aún no explica el porque querían capturarlo vivo.

‘Pensaré en algo después…’

No importa el motivo de la gran cantidad, pero una cosa era segura… Esto era un peligro no solo para los que pasaran por estas rutas, sino también para las ciudades cercanas.

“[Muro de Hielo]”

El primer movimiento de Sora fue cerrar toda vía de escape, creando una muro de hielo que rodeó a todos los goblins sin dejar oportunidad para reaccionar, encerrandolos detrás de una pared congelada.

Naturalmente esto alertó a todos los goblins, quienes tomaron sus armas y miraron alrededor freneticamente, buscando al intruso.

“¡Gyoooh!”

Uno de los goblins comunes señalo con un dedo a Sora en el momento en que los vio, llamando la atención de todos.

Lamentablemente para ellos, ya era demasiado tarde porque solo requirieron pocos segundos para que Sora terminara su hechizo.

“[Lluvia de flechas]”

Un hechizo simple pero de una magnitud descomunal fue lanzado por el peliblanco, lo que lleno el cielo de cientos de flechas azules que desprendían un aura gélida.

Swoooosh

Incluso los hobgoblins, los goblins con mayor poder entre los presentes, se vieron abrumados por la cantidad de flechas de hielo que se dirigían a ellos.

Sin poder hacer nada, los goblins se vieron instantaneamente reducidos a alfileres de hielo, perdiendo la vida sin poder oponerse.

Segundos después, Sora camino tranquilamente entre las estatuas de hielo como si la escena frente a él fuera solo un evento cotidiano, como si se tratara de acabar con un par de moscas.

“En momentos como estos desearía poder utilizar magia de fuego.”

Mirando la entrada de la cueva, Sora pensó que si tuviera magia de fuego podría hacer que los goblins salieran por sus propias voluntades, evitando que este entrara. Después de todo, entrar dentro de la guarida del enemigo de forma imprudente nunca conducía a nada nuevo.

Este lugar sin duda debe albergar trampas, esto era un pensamiento obvio ya que la inteligencia mostrada antes era bastante alta, así que no sería extraño encontrar contra medidas para los invasores.

“Tch, molesto.”

Lamentablemente, Sora solo podía utilizar tres tipos de magia, siendo aire, agua y hielo. Por lo que utilizar fuego estaba fuera de cuestión.

¿Podría crear un fuego él mismo? Era un plan valido, pero no sabía el tamaño exacto de la cueva, y el intento podría ser inútil.

‘Será a la antigua.’

Crack

Sora dio un paso adelante y el suelo alrededor de su pie se congeló ante el mínimo contacto, creando un camino de hielo frente a él.

Si no podía sacar a los goblins iría el mismo, además de que no sabía si habían supervivientes, por lo que tendría que actuar con cuidado.

Por lo tanto, el camino a seguir era simple, ¿Habían trampas? ¡Simplemente congélalas!

Y eso era exactamente lo que estaba haciendo Sora ahora mismo. Con cada paso que daba el suelo se congelaba, evitando que alguna baldosa o cuerda escondida se activara a su paso.

Al mismo tiempo, el avance imperturbable de Sora alertó a los habitantes de la cueva, quienes sintieron el aire helado como una advertencia de lo que se avecinaba y comenzaron a contraatacar.

Sin embargo, todo fue inútil ante Sora.

¿Una flecha? Simplemente bloqueala con la espada o esquivala, ¿Un ataque directo? Congélalo hasta convertirlo en una estatua, ¿Crear un muro para evitar el avance? Conviertelos en picadillo con un poco de viento.

Así continuo el camino por lo que parecían ser innumerables minutos, demostrando cuán profunda era la cueva… Hasta que en un momento…

Clap Clap Clap

El sonido de aplausos detuvo en seco a Sora, quien entrecerro los ojos hacía delante donde una pequeña luz comenzaba a formarse.

“Maravilloso…”

Una voz ronca y repugnante llegó a sus oídos y una extraña figura se comenzó a formar en la oscuridad.

“Cuanto poder… Cuanta presencia… Cuanta sangre…”

Ante la vista de Sora una figura pequeña, encorvada hacía delante y cubierta por una túnica demacrada se acerco.

Tac Tac Tac

Un extraño bastón de color negro con una gema púrpura brillante incrustada en la punta golpeaba el suelo ritmicamente mientras parecía servir de apoyo a la figura encorvada.

“¿Eres el que gobierna a estos goblins?”

Sora levanto su espada, no para intimidar, sino que sus instintos le decían que esa figura encorvada era peligrosa.

El poder que desprendía no era algo de otro mundo, Sora había presenciado a figuras más poderosas… Pero algo en esa cosa era desagradable y gritaba peligro constantemente.

“…”

La figura no respondió, pero Sora podía ver como su rostro apenas oculto por la capucha malgastada sonreía de forma desagradable.

“¿Eres un goblin?”

Esta era sin duda la pregunta del millón.

Viendo su apariencia, Sora podía decir que la figura frente a él parecía ser un Goblin Chaman, una especie de goblin más rara que los hobgoblins, una variante que podía utilizar magia y poseía una inteligencia superior a los demás de su especie.

“Mnh Mnh~. Si y no.”

“¿?”

Para Sora, este goblin sin duda era algo… anormal.

Aunque ciertamente los goblins chaman poseían alta inteligencia, no era común que mantuvieran una conversación… Era como… si fuera un humano…

“¿Qué eres?”

Esto no era normal, algo estaba completamente mal aquí.

Sora notó algo raro en las palabras del goblin. Ese “si y no” que dio como respuesta… ¿Qué quería decir exactamente?

“Soy un goblin chaman.”

La criatura respondió con tranquilidad, como si dijera algo obvio.

“No diga-.”

“Mnh Mnh, ya veo… Así que tú eres Sora von Darlem.”

Sora se vio interrumpido cuando la voz de la criatura hizo que su rostro comúnmente estoico se rompiera levemente cuando sus ojos se abrieron un poco, mostrando su sorpresa.

“Oh, magia de hielo… Eso es algo raro… Ya veo, si dominas dos o más elementos fusionables puedes desbloquear nuevos elementos… Interesante.”

“¿Cómo…?”

¡Esto es malo! Esa entidad… sabe muchas cosas sobre él.

Ciertamente podía conocer su magia de hielo ya que la a estado utilizando constantemente, al igual que la de viento en algunas ocasiones, pero la información que conocía, como su nombre, no era algo que un monstruo sabría.

“Mnh Mnh… ¿Quién sabe~?”

Los ojos de la entidad brillaron con un brillo morado siniestro debajo de su túnica, provocando que el cuerpo de Sora se tensara levemente.

Y así, sin saberlo… Se había encontrado con un ser fuera de ese mundo… Una situación que lo metería en un desastre sin salida en el futuro…